Saturday, April 4, 2009

Leyenda de La Rosa y El Colibri

Hace mas de cien anos esta region estaba formada por terrenos pantanosos y de muy pobre forestacion. Pero, poco a poco, con la llegada de nuevos colonos y el esfuerzo de estos, se fue transformando en un lugar mejor donde vivir. Se enriquecio la fauna y la flora y el medio ambiente se hizo habitable para todos.

Fue entonces, hace ya algun tiempo, que acerto a llegar a la comarca un solitario viajero. Hombre romantico y sonador e incansable admirador de la Naturaleza, especialmente de la belleza y perfeccion de las flores, decidio quedarse en este lugar.

Para placer de sus nuevos vecinos y para el suyo propio, por supuesto, el inmigrante desarrollo el mas hermoso jardin que imaginar pudiera la mas bella de las proyecciones.

Flanqueaban la entrada a este idilico vergel hileras de palmeras, las cuales erguian al cielo sus glamorosos penachos como tributos de frescura y de paz.

Al adentrarse en este jardin de ensueno, cualquier visitante, hasta el mas indiferente, debia sentirse estupefacto, sin respiracion, al verse sorprendido ante la colosal magnitud de tan maravillosa hermosura.

Livido de emocion contemplaria la tanta y tan variada cantidad de especies botanicas que, penetrando por sus ojos, llenaban todos sus sentidos.

A izquierda y derecha, como pugnando por ofrecer sus encantos, podian admirarse nardos, blancos como la nieve, coloridos tulipanes, dalias imperturbables, alegres margaritas, radiantes girasoles y mas alla de las acacias, como tratando de ocultar modestamente su belleza, sutiles violetas.

Pletoricos en su variedad, los claveles parecian indicar el camino hacia el paraiso y como flotando en la generosa sombra de los laureles exoticas orquideas mostraban vanidosamente la extraordinaria variedad de sus fragancias y colores, especialmente las blancas, finas, delicadas, como novias que esperaran sonrientes ante el altar.

Ya en el pleno interior del jardin, como erguidas en su trono vegetal, destacandose contra el intenso verde de sus hojas, se hacian visibles las mas perfectas, las reinas: las rosas. Esplendidas en su lozania, las rosas siempre esperan una caricia.

Y, en el climax de tan extraordinaria majestuosidad, como colofon a tanta belleza, se admira aqui un precioso espectaculo, unico y agreste, solo posible en tan paradiciaco lugar.

En el aire, abejas y cigarretas acompanan con sus zumbidos el melodioso trino de los pajarillos, como entonando un himno de amor y de paz. Y, en la tierra ,bonitos caracoles, inofencivas cochinillas y mas adelante, gusanillos escalando las raices de los arboles, buscando tal vez un lugar elavado en donde puedan florecerle alas.

Alas dije? Oh, Dios ! Cuanta belleza! Puedes imaginar el espectacular arcoiris que forma el vuelo de cientos de mariposas ? Si, cientos de coloridas mariposas, revoloteando por todos lados, llevando nuevas vida en el polen que se adhiere a sus patitas, compitiendo en belleza y esplendor con sus hermanas las flores.Si, hermanas, porque, al cabo, las mariposas son flores que vuelan.

Y las flores, anhelantes cual doncellas desposadas, esperan la visita de los hermosos insectos que llegaran a sus centros vitales para realizar el siempre nuevo y prodigioso milagro de la reproduccion.

Hasta ahora te he tratado de descubrir todo lo maravilloso que puede admirarse en este paraiso terrenal. La hermosura que se ve , las fragancias que se aspiran, la comunion con tan preciosa naturaleza.Y la armonia mediante la cual todo esto, en su conjunto, penetra por tus sentidos para embriagarlos y hacer que tu alma, en union de las mariposas, pueda volar y contemplar desde lo alto todo el encuentro que aqui se ofrece.

Sin embargo, para quien convive en este mundo idilico durante dias tan largos que se convierten en meses y luego en anos, la existencia en el no difiere en nada de la existencia en el mundo exterior, tan crudo y real.

Asi, aprendes que la vida se impone en todas sus formas. Y surge el esfuerzo, y el dolor, y la esperanza y la ilusion por el amor. Por eso hoy deceo contarte una historia que nacio aqui mismo.Una historia que ahora es leyenda: La Leyenda de la Rosa y el Colibri.

Se trata de un Colibri, antano alegre y zumbador, a quien el tiempo y sus decepciones habia transformado en solitario y nostalgico, un pobre ser que arrastraba su melancolia en cada vuelo.

De este modo, olvidando la alegria de las mananas y la intensidad de su vuelo,llegaba el infeliz en cada atardecer, con monotono aleteo, para libar, sin ilusion alguna, solo por reflejo, el nectar que propicia su vida,su vida tan llena de tristeza.


Despues, con lento y erratico vuelo, se batia en retirada hacia el nido, lejano y frio, donde unicamente le esperaban cansancio y angustia. Y asi, en rutinario vaiven, transcurria su apagada vida.

Hubo un dia , sin embargo, en el cual las cosas no ocurrieron al igual que siempre. Como siguiendo un dictado de la Providencia, nuestro Colibri, en lugar de retirarse de acuerdo con su costumbre, decidio adelantarse mas en el maravilloso mundo del jardin.

Con triste vuelo atraveso, sin curiosidad alguna, la copiosa fronda de los algarrobos. Aleteando con desgano se poso ligeramente sobre la quebradiza rama de una higuereta. Muy cerca de alli comenzaba el imperio de los rosales, cuya delicada fragancia rodeaba todo el lugar.

El Colibri paseo desganadamente su vista. De pronto, sus ojos tropezaron con algo que le hizo detener la mirada. Por unos instantes su respiracion parecio no existir. Y, por primera vez en largo tiempo, el corazon regrezo a su pecho.

Que ocurrio en el aquel momento? Con que habia tropezado su mirada ? Experimentaba la candidez de un nino que observa por vez primera el borboteo de un naciente manantial. Y al mismo tiempo, la escalofriante sorpreza de sentir el poderoso cauce de un rio el cual, escapando a sus riberas, se le echaba encima.

Cual era la razon de tantos sentimientos encontrados, surgiendo tan espontaneamente con la celebridad de un relampago? Pues nada mas y nada menos que una Rosa floreciendo justo frente a el.

Pero no se trataba simplemente de una rosa. Era la mas hermosa y perfumada Rosa que recordaba haber visto. Rosa, esplendente, elegante y soberbia parecia levantarse para recibir la caricia de los ultimos rayos solares en aquel atardecer que por momentos se nublaba.

De pronto, una llovizna repentina, fina y persistente, se abatio sobre el jardin. Aun bajo ella, la Rosa se mantenia, orgullosa y desafiante, mostrando el enorme potencial de su encanto.

El Colibri debia buscar refugio en su lejano nido. Miro nuevamente hacia la codiciada Rosa, la cual parecia mas apetecible bajo la ligera lluvia vesperal . Sin muchos deseos , nuestro amigo levanto vuelo y , protegiendose bajo las ramas de los algarrobos, regrezo a casa.

Al siguiente dia , algo mas temprano que de costumbre, volvio el Colibri a nuestro idilico vergel. Sin detenerse, encamino su vuelo hacia lo mas profundo del jardin, hacia el emblematico imperio de los rosales.

Nuevamente busco apoyo en la misma quebradiza rama del dia anterior. Y alli, con mayor esplendidez aun de lo que la recordaba, estaba la reina de las flores: su ahora anorada Rosa roja

Pero aquel panorama ya se le hizo muy conocido. Deberia encontrar otro angulo, una posicion diferente desde la cual proyectar un acercamiento adecuado a la ansiada meta de su corazon.

Con inquietud da vuelta en todas direcciones. Busca ganar altura pero sus fuerzas flaquean. Sus reflejos se vuelven lentos y torpes. Pareciera que un peso muy grande tirara de sus alas.

Con acelerada respiracion siente como si el corazon fuera a estallarle, como si el cerebro se le nublara. En su desasosiego no se percata de la caida del Sol, hasta que sus ojos empanados le indican que debe volverse a casa . Y, muy adolorido, se marcha.

Transcurrieron algunos dias . Nuestra preciosa amiga Rosa continuo ganando en belleza y esplendor. Pero nuestro plumifero heroe brillaba por su ausencia. Por donde andaria el Colibri, al cual no se habia vuelto a ver incursionando por el jardin ?

Fue en una manana primaveral . La madrugada habia sido de lloviznas fina y persistente. La temperatura habia caido por debajo de los niveles propios de la epoca. Y una niebla, ligera y fria , se apostaba cual blanco encaje bajo los arboles, alli a donde el Sol aun no habia llegado, mientra los estanques exhalaban un ligerisimo vapor.

Ya se elevaba el Sol, entibiando las rocas y la empapada grama.
Entonces se diviso a lo lejos el nitido brillo de un plumaje inconfundible. Y con alagre vuelo, dominguero y risueno, se aproxima el Colibri.

Podrias creerlo? Nuestro pequeno amigo! Alegre, dominguero y risueno. Sin penas o nostalgias. Sin peso en las inquietas alas. Olvidado el tiempo de pesares. Con una juventud acrecentando.
Jovial y zumbador como siempre debio ser. Como siempre habia sido.

Bajo su vuelo se deslizaban, raudas y esperanzadas, flores hermosisimas. Pero, en su loco anhelo, el Colibri unicamente buscaba a una sola: la anhelada Rosa roja.

De nuevo se detiene en la ahora humeda rama de la primera vez. Sus ojillos, brillantes e inquietos, buscan avidamente a aquella que , con su lozania, le ha regresado ancias de vivir

Y alli estaba ella, imperturbable y esplendida. Por sus rojos petalos,humedos de lluvia y rocio, rodaban transparentes gotas, cual besos que obsequiara la soberana a sus rendidos admiradores

El Colibri desea para si mismo aquellos liquidos besos, prometedores del rico nectar que guarda el interior de la preciosa Rosa. Y se deleita en la contemplacion de aquella reina, como se deleita un poeta en la contemplacino de un atardecer sobre la playa.

Justo cuando emprende raudo vuelo para llegar, al fin , a su adorada, es sorprendido por una vision escalofriante. Antes de que el haya podido siquiera aproximarse, en el pleno inicio de su vuelo, una mariposa de hermosos colores se ha posado en la Rosa.

Congratulada y nerviosa, la reina se estremece ante la llegada del visitante. Sus petalos , tremulos ante el contacto de las ligeras patitas, entreabren la roja corola. Y la mariposa, ansiosa y feliz, liba de sus centros nerviosos el delicado nectar de la vida mientra deposita el pelon que , en su fecundez prolonga la existencia de la belleza.

El Colibri no ha podido llegar a tiempo. Y en su absurda confusion, sirve de testigo al acto, prodigioso y feliz , pero que a el lo lastima, ansioso como estaba de haber alcanzado primero aquella meta que constituia la ilusion de su renacido corazon.


Con la mente de interrogante, taciturno y cabizbajo, se aleja el Colibri del imperio de los rosales. Psarian varios dias antes de aparecer nuevamente por el lugar.

Ocurrio hacia el ocaso. Al igual que en otras ocasiones esta temporada, la atmosfera del jardin se encontraba fria y repleta de una llovizna persistente. Las nubes, grises y bajas, dejaban filtrar muy debilmente la luz solar.

Repentinamente, como brotando del cielo, aparecio nuevamente el Colibri. Su vuelo continuaba alegre y fantasioso, a pesar de la humedad que le rodeaba. En graciosos giros se aproximo una vez mas a la vieja higuereta. Desde alli quiso admirar nuevamente a aquella que, con el brillo de su esplendor, habia devuelto ilusion a su vida.

Indiferente a la ilusion que habia despertado, coqueta y orgullosa de sus encantos, se erguia la Rosa en la humedad de la tarde, desafiando al gris tiempo con el rojo de su belleza

Todo su tallo se estremece, vibrante de pasion, mientras su corola, cual pulposa boca, se contrae y se entreabre como diciendo en tiernos susurros todas las bellas frases que el amor provoca.

Oh vision horrorosa ! Tenias que haberlo visto para creerlo! Alli en el centro de la divina Rosa , escualido y tembloroso, se bamboleaba desgarbadamente, infeliz sobre sus patas, el mas feo y tetrico Cocuyo que imaginar pudieras. Su luz , palida y exigua apenas iluminaba su entrecejo. Mientras sus saltones ojos y su barriga verde le daban la apariencia de un payaso sin exito y retirado. Como pudo semejante esperpento llegar al corazon de semajante reina ? Veleidades de la vida.

Petrificado ante tan inopinada escena, el Colibri comenzo a reflexionar. " Puedo sentirme mal por esto? Yo puedo escalar los altos picachos de las mas lejanas montanas . Puedo detener mi vuelo en el aire.He sido capitan de la estrategia, desafiando vientos y tormentas. Y he salido invicto en todas mis conquistas. Aun la pesadumbre que agobio mis pasados dias se ha desvanecido . Y de nuevo soy yo , quien siempre he sido . No. Decididamente no puedo sentirme mal."

Y ya , libre de apasionamientos, equilibrado y objetivo, contemplo nuevamente a la reina de sus ilusiones. En sus preciosos petalos, curvados ya por el paso de los dias, podian observarse las marcas dejadas por el contacto de los cientos de insectos que revolaban por el jardin. Y su fragancia, delicada y sutil , habia sido robada por aquel horroroso Cocuyo, quien con su desgarbado bamboleo, lastimaba los petalos de su corola, arrancandolos y dejandolos caer.

" No. Decididamente no puedo sentirme mal." Se repitio el Colibri. Y emprendio su alegre y fantasioso vuelo. Abajo, el dia oscurecia con rapidez. Y el Cocuyo, malecho y desgarbado, ya no pudo encender la agonizante luz que le quedaba.

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